La tutora de quinto de secundaria fue descubierta por una estudiante manipulando cuentas para apropiarse de una parte de los fondos de la promoción. Denunciada ante la dirección, la susodicha convocó a los padres de la joven para que la obliguen a retractarse, pues le parecía inadmisible que un alumno se ponga en contra de su maestra y que busque perjudicarla. Lo mismo le había dicho ya a la hija en un tono menos persuasivo. La denuncia no fue retirada, pero extrañamente la libreta no le fue entregada con diversos pretextos, bajo la promesa de dársela a la brevedad. Cansada de volver por ella infructuosamente durante varias semanas, la denunciante se aburrió y regresó después de dos años. Grande sería su sorpresa al recibirla con dos asignaturas desaprobadas, cursos que en verdad nunca reprobó pero que estaban curiosamente a cargo de dos profesores muy amigos de la tutora... Leer más
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